Una Mar del Plata dejada de lado es lo que se encuentran los ciudadanos al transitar por la misma.
Es real que los barrios de la ciudad están en muy malas condiciones edilicias e institucionales, esto no es nada nuevo, como tampoco lo es que cada vez que llueve hay esquinas que no se pueden cruzar y calles inundadas que producen complicaciones tanto a los transeúntes como a los vehículos.
De la Avenida Jara hacia el Oeste las calles están simplemente destruidas, llenas de pozos por la falta de mantenimiento, pero en este caso trataremos una zona no tan periférica, un barrio, una calle que se ha vuelto con el tiempo comercial. Se trata del barrió San Juan, la calle San Juan precisamente, que desde Colón hasta la Avenida Luro, se ha vuelto un paseo muy popular.
Esta calle durante el día es muy concurrida, pero hay un problema que vienen teniendo los integrantes y visitantes del mismo los días de lluvia. En estas ocasiones esta arteria tan transitada, se llena de agua, con grandes complicaciones no solo para las personas que caminan por las veredas y necesitan cruzar las calles, sino los vehículos que tienen que hundirse en el arroyo que se forma.
La esquina de San Juan y San Martín, por ejemplo, donde se encuentra una importante empresa de venta de ropa deportiva, llega a tener agua hasta casi la puerta, colocaron una tabla de madera para que la gente al cruzar la calle, pueda hacerlo sin tener que meterse en el charco que se forma en el asfalto.
Para ubicarlos, esta situación se da a pocos metros de la Ferroautomotora, una mega construcción que si bien era necesaria, se diagramó de forma que corta a la ciudad en dos y trae grandes trastornos de transito, ya que las únicas dos calles por donde se puede pasar de un lado a otro es San Juan y la Avenida Jara, en este momento cerrada por obras. Por lo que los colectivos solo tienen entrada por San Juan haciendo de los bocinazos e insultos algo cotidiano, este lugar es un embudo. Sin semáforo que pueda ordenar el tránsito, tanto en las calles San Martín, Rivadavia y Belgrano, es tanto peligroso y complicado el traslado, sobre todo a ciertos horarios.
Como expresamos, este es un barrio con una zona comercial que tiene muchos problemas por falta de planeamiento urbano y social, que ha evolucionado gracias a la predisposición de la gente y comerciantes que apuestan y la reman para sacar a flote su emprendimiento y barrio, sin ayuda alguna del municipio que ni siquiera le da los servicios básicos y necesarios en tiempo y forma.
Y ni hablar de los problemas de delito que se vive a diario, pero eso es material para otro artículo.
